En solo dos días logré ver lo que tal vez en muchos semestres no pueda.
Todo ocurrió en Melgar. Fue una agenda bastante apretada, porque repito solo duró dos días. Es mi primer "congreso" en otra ciudad, por lo que terminé bastante agotada. No obstante, valió la pena.
Todo empezó con el "Vice Rueda" -así le llamaron algunos panelistas-, mostró el capítulo de turismo en el PND y dio una pequeña, muy pequeña, introducción de su vida en el turismo -la que más tarde sería retomada por otro ponente. Luego, siguió con lo que falta en Colombia para que sea un destino de talla internacional basándose en 4 pilares: buen gobierno, pues se necesita con urgencia una mirada a la infraestructura y conectividad, que son fundamentales para el desarrollo de las vías de acceso, sin ellas no puede haber un producto turístico y por tanto, no habrá una explotación del atractivo turístico; impactos, pues hay que procurar el amortiguamiento del impacto del turismo en la población colombiana, teniendo en cuenta el corto, mediano y largo plazo; pertinencia, entendiendo que no todos los destinos tienen la misma vocación turística; y razonabilidad, de nuevo se hace referencia al producto y a la coherencia de este con el destino.
Después, los presidentes de los gremios nos dieron sus argumentos sobre la importancia del papel de ellos en el desarrollo del turismo. Al preguntarles sobre qué era lo que hacían, los invitados -Cotelco, Acodrés y Asobares- coincidieron en la representatividad y competitividad del establecimiento afiliado, porque esto le aseguraba un reconocimiento, pues es sencillo ser prestador de servicios turísticos pero, pertenecer a un gremio si tiene sus requisitos, lo que asegura que "no cualquiera sea miembro". Sin embargo, ya enfocándose en el sector de cada uno, difirieron bastante.
Más tarde, una presentación se refirió a las ventajas para el emprendimiento y la innovación en el país. Él, Fernando A Delgado, mostró que realmente hay bastantes salidas para el emprendedor, mostró cifras muy satisfactorias para el que quiera crear empresa, y habló de los ángeles inversionistas -hasta ese día me enteré de que ellos existían-. Por último, dio ejemplos de lo innovador que podía llegar a ser el colombiano y tomó una frase japonesa que reza "tarde o temprano la disciplina superará a la inteligencia". Es bastante deprimente saber que como colombianos nuestra creatividad se destaca, pero también nos conocen por nuestra falta de disciplina. La buena noticia es que la última tiene arreglo y la primera en muchos casos es casi innata y el que no "sale de la caja" no puede alcanzarla.
Ocurrido esto, pasamos a tomar un descanso para recibir la "sorpresa": el grupo colombiano "Chocquibtown" había llegado a cantar. Yo no me sabía ni una sola canción, debo aceptarlo, pero me gustó la presentación, y fue sorprendente. Hicieron un buen espectáculo, pero siento que ignoro mucho de lo que pasa en el país, había pensado que eran reggaetoneros, por eso no les había puesto atención, pero me di cuenta de que no, y escuché que las letras tienen algo de mensaje, así que tal vez empiecen a aparecer en mi lista de canciones.
Finalmente, nos dirigimos a la discoteca a una "rumba de integración" en la que se vieron bastantes caras de los universitarios, pero fue divertido, y, aunque no nos integramos realmente, tuve la oportunidad de conocer a otros de mi universidad. Los animadores eran bastante enérgicos y no sé cómo aguantaron tanto tiempo, bailando cada canción. En fin, todo terminó a las 12:40, nos llevó un bus a la zona de las cabañas, a dormir porque al siguiente día tendríamos que madrugar. Y ese fue el jueves 18 de octubre.